Jamás me atrevería a decir que Mastropiera vive a expensas de los demás (ley de oro del ermitaño) pero, como aprovecha el impulso de turbulencia del cardumen en que vieja (siempre camuflada) ella tiene una función única en el fondo del mar: usa sus dones en beneficio de los demás.
Así sucedió cuando el cardumen se vio amenazado por un depredador totalmente superior (hasta ese momento). Este era un Menguado (todos los nombres que dan los hombres a las criaturas marinas son desconocidos por éstas, bajo el mar todos tienen nombres diferentes, uno de ellos es el susodicho Menguado).
Animal de pastoreo egocéntrico, no merece llamarse Pez, aunque lo es.
Rápido y letal, rodea al cardumen durante semanas, hasta que devora todo el "stock" del rebaño. Pero en el rebaño estaba Mastropiera...
Ella no duda. Sabe que hacer (aunque le cueste la vida).
El menguago había comenzado su faena: devoró al primer pez y, cuando quiso ir por el segundo Mastropiera lo enfrentó; enfurecida despidió los fluidos del arcoiris directamente en la cara del perverso carnívoro.
Claro que sí! ... Otro don de Mastropiera, qué sorpresa!
Esos fluidos (arcoiris del amor) dejaron obnubilado al menguado en un éxtasis de simpatía y perdón (lo mas agradable en la Tierra y el cielo) y el cardumen (los sobrevivientes) escaparon recibiendo besitos de amor del menguado. Mastropiera conservaba sólo el fluido rojo de cólera (el único que se guardó), quedó concentrada en la cara, pues la cólera no se le iba.
Su exhausto cuerpo, luego del esfuerzo, quedo blanco y exánime.
La manda agradecida, la llevó en andas a Destino, donde regeneró sus fluidos.
La ética de Mastropiera: http://mastropieracatarsiss.blogspot.com.ar/2011/12/la-etica-de-mastropiera.html
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